jueves, 16 de enero de 2014

Test Citroen C4 Lounge Exclusive HDi

Cuando cada vez más marcas le dan la espalda a la motorización Diesel, Citroen sigue apostando por ésta en la gama del C4 Lounge. Lo probamos con equipamiento full.

La marca de los chevrones sigue apostando por las versiones gasoleras de los C4, ahora con el Lounge , una versión que pese a tener cada vez menos adeptos, sigue firme en la gama de versiones del grupo PSA, tanto en Citroen como en Peugeot.
Es algo que celebramos con las copas bien en alto.
Hoy en día los combustibles ya no presentan los problemas que entre otras cosas impactaron fuertemente en el deterioro de la oferta de los Diesel en los distintos modelos. Y entonces el C4 Lounge HDi aparece como un oasis con su bajo consumo, la buena respuesta y la autonomía extendida.

DISEÑO
Estéticamente no presenta diferencias mas allá de unas llantas específicas (siempre de 17 pulgadas). Es un auto que gusta, que tiene presencia y hasta un toque más deportivo que el de sus compatriotas, gracias a una cola recortada. Eso repercutió en una capacidad de baúl, que pese a ser importante (450 dm3), queda por detrás del Fluence, 408 y otros más.
La cola recortada repercutió en la capacidad del baúl
CONFORT
Buena calidad de materiales en el interior
En el interior la impronta de la marca se nota en pequeños chiches que buscan más un golpe de efecto que de efectividad. El tablero, personalizable en el color y con un mix de aguja y comandos digitales, no es fácil de leer a simple vista. 
El navegador (con algunas ñañas en calidad de mapeo y funcionamiento) cuenta con una generosa pantalla que también muestra la cámara de retroceso.
La climatización es simple y la calidad de la radio, a la altura de lo esperado.
Tablero modernoso, pero no del todo visible
La posición de manejo, con butacas de cuero, es de lo mejor, con amplias regulaciones (manuales) y un volante, algo grande, pero de buen grip. Atrás es muy generoso en tamaño pese a que el techo quedará algo cerca de los más altos, con poco que envidiarle a los más amplios. La mayor contra es que la plaza central no es del todo cómoda.
Otro elemento destacable es la calidad interior, con buenos materiales, aunque algunos elementos le bajan la puntuación general. En esta nota incide una aislación del viento mejorable.

EQUIPAMIENTO
El navegador tiene buena ubicación
El equipamientos de esta versión, es muy completo, tanto en seguridad como en confort. Se destacan el ESP, el acceso y arranque (con botón extrañamente a la izquierda del volante) sin llave y una larga lista: ABS, 6 Airbags, sensor de ángulo ciego (alerta de sobrepasos), climatizador automático, ganchos isofix, llantas de aleación, pack eléctrico, radio con USB, Bluetooth, cámara, navegador y comando satelital al volante, tapizado de cuero, faros de xenón direccionales y techo corredizo (exclusivos del Pack Select).


MOTOR
Para quienes hacemos largas distancias, el Diesel es siempre un boleto seguro a una conducción agradable. Uno se olvida de repostar con frecuencia y cuenta con una entrega pareja y disponible desde el vamos, algo que envidian muchos nafteros.
La potencia del 1.6 HDi, de 115 CV, no es para volarte la cabeza, pero es más que suficiente para una familia tipo.
Ruidoso en frío, este Diesel muestra cifras razonables en procesos de aceleración (casi 12 segundos) y recuperación (de 80 a 120 km/h, 9 segundos en cuarta marcha). La ausencia de una sexta marcha aparece como lo más reprochable. 
Los consumos son muy buenos tanto en ruta como en ciudad (5 litros cada 100 km en ruta y 9 en ciudad), y lo mejor es que puede cargar de los dos Diesel disponibles en el mercado sin problemas.

TRANSMISIÓN
La selectora, de cinco marchas, es suave y con recorridos largos, aunque los cambios se pueden realizar con precisión. Como dijimos, una sexta marcha no le vendría nada mal ya que a 130 km/h reales, el motor arañaba las 3.000 RPM.

COMPORTAMIENTO

Pese a compartir prácticamente íntegro el conjunto mecánico con el Peugeot 408, el C4 Lounge lleva orgullosamente el doble Chevrón en la trompa. Las suspensiones han sido calibradas para entregar una alta dosis de confort en lo urbano o a la hora de salir y darle duro al cuentakilómetros. El laburo de la marca se nota también en la sequedad del tren posterior de sus primos, que pasó prácticamente al olvido adaptando unos bujes de goma en la barra de torsión.
En ruta, también el confort se impone sobre la deportividad, pero el C4 es capaz de satisfacer al conductor que busca algo más, con el control de estabilidad siempre como aliado.
La dirección va en sintonía, entregando placer y una respuesta un poco menos directa cuando se la exige, en tanto los frenos respondieron sin baches.

RIVALES
Arranque por botón a la izquierda del conductor
No son muchos, y encima, no todos comparables. El C4 Lounge sólo viene con caja manual, como 408 y Vento. El Cruze se distingue por su motor de 150 CV y caja automática de seis marchas. La versión semejante por equipamiento vale entre los 210.000 pesos.
El C4 Lounge cotiza 197.400 pesos, mientras que el 408, con idéntico conjunto motor/caja, vale 203.500, y el Vento, con 110 CV, cuesta 201.990 (no actualizado al impuesto). Es decir que el precio del Lounge suena tentador no sólo en lo nominal, sino también observando su profusa lista de equipamientos.

Amplias plazas traseras. La plaza central no es del todo cómoda

Un chiche que suma: alerta de cambio de carril



No hay comentarios.:

Publicar un comentario