No hay dudas de que los flamantes C4 Lounge y Focus son dos grandes referentes de la industria nacional, pero no menos cierto es que tanto el Peugeot 408 y el Renault Fluence tienen poco o nada que envidiarle a estos modelos. A continuación, la comparativa entre el Citroen C4 Lounge THP Exclusive Pack Select y el Ford Focus Titanium PowerShift Sedán.
Por el lado izquierdo más belleza y por el derecho más deportividad |
La principal diferencia entre estas novedades y los mencionados de origen francés se da en la estética. Tras un corto pero agitado lapso en el que los sedanes medianos crecieron violentamente y con ello mejoraron su habitabilidad y espacio de carga, incluso postergando el mejor de los diseños exteriores, esta nueva camada parece haber regresado el foco a la pureza de líneas, aún teniendo que sacrificar centímetros para los pasajeros posteriores o el equipaje.
Tanto el C4 Lounge como el Focus de tercera generación son más agradables a la vista que sus predecesores, pero ambos vieron cómo sus baúles reducían su capacidad. Y si bien el C4 mantuvo en alto la excelente habitabilidad de su antecesor, el Focus no puede decir lo mismo.
Mejor calidad de terminación y mucho lugar en el Lounge. En altura pierde con el 408 |
En el Focus, con ajuste eléctrico de la butaca del conductor, menos espacio a lo ancho y para las piernas |
En el C4 casi todo el instrumental es digital. Se pueden configurar los colores |
El diseño es siempre un punto muy subjetivo, pero la deportividad del sedán de la línea Focus es innegable, incluso capaz de competir como nunca con la atlética línea de su hermano bicuerpo. En el C4 Lounge el estilo es más conservador, pero el salto estético con respecto a su antecesor es notable.
En el interior se traslada todo lo visto anteriormente. El Focus es más agresivo gracias a salidas de aire verticales y una consola minimalista en comandos. El C4 es mucho más clásico y sólo rompe esquemas (mucho menos que antes) con el instrumental de iluminación configurable y pocas agujas. El del Focus, en cambio, es el típico de cuatro relojes al que le suma una completísima computadora. Hasta el centro de cada volante, ambos de buen tamaño, respetan esa filosofía.
El del Focus es un clásico de cuatro agujas |
En cualquiera la posición de manejo, el acceso a los comandos y la calidad percibida son de primera: butacas de buena sujeción (la del Focus eléctrica) se complementan con comandos satelitales y consolas de buen diseño y gran factura. Sin embargo, cuando uno empieza a vivir el auto y sacar la mirada de lo principal, en ambos se descubren materiales que no están a la altura de lo que debe exigirse a un auto de estos precios. También hay una mejor insonorización en el Ford. En lo funcional la principal diferencia es la pantalla táctil (y de mayor tamaño) del Focus, que además permite comandar varias funciones a través de la voz.
Ambiente bien Citroen dentro del C4 Lounge |
Modernidad en el diseño interior del Ford |
Atrás, el C4 impone condiciones. Hereda las bondades del anterior y del 408 (todos comparten plataforma) y al que se queje allí que se siente en el Focus. No es que la va a pasar mal, pero seguramente va a extrañar los centímetros extra para las piernas.
Cámara y asistente al estacionamiento para el Ford |
Los baúles pierden ante otros varios competidores, pero igualmente son espaciosos. Ninguno tiene amortiguadores, pero al menos los soportes del C4 no interfieren con la carga. Además, la boca de acceso, demasiado pequeña en el Ford, en cambio, en el Citroen no es un problema.
La otra diferencia aparece bajo el piso. El Focus mantiene el auxilio temporal mientras que el C4 entrega uno igual a los otros cuatro, incluso de aleación y en medida 17 pulgadas.
Como buenos tope de gama, el Exclusive Pack Select y el Titanium vienen equipados hasta la manija en confort y en seguridad. Mediante un repaso entre el equipamiento de ambos, podremos corroborar que el Focus saca una pequeñísima ventaja con el asistente de estacionamiento. Ambos tienen ABS; Airbags frontales, laterales y de cortina; anclajes isofix; apertura a distancia; 5 apoyacabezas; arranque y acceso sin llave; butaca regulable en altura; cámara de retroceso; cierre automático de puertas; 5 cinturones inerciales; climatizador automático de doble zona; computadora de a bordo; control de estabilidad; cruise control; encendido automático de luces; faros antiniebla delanteros y traseros; faros de xenón; llanta de aleación de 17 pulgadas; luz diurna de led; navegador satelital; pack eléctrico; radio con USB, Bluetooth y comando satelital; respaldo trasero 60/40; sensor de estacionamiento delantero y trasero; sensor de lluvia; tapizado de cuero; techo corredizo; y volante regulable en altura y en profundidad. Lo exclusivo del Focus es el asistente de estacionamiento, la butaca del conductor eléctrica y los comandos por voz. En cambio, el C4 Lounge sale a relucir con auxilio en idéntica medida y detección de ángulo ciego.
ARRANQUE
Sólo cámara para el Citroen |
Ena aceleración ambos demuestran su poder, lo mismo que en las recuperaciones en Drive, pero en las mediciones de 80 a 120 km/h en marchas fijas se nota en el C4 la presencia de un Turbo que despierta a bajas vueltas. La fuerza del Focus hay que buscarla más arriba, pero cuando aparece lo hace de forma más contundente que la del Citroen, que es algo más lineal.
La otra diferencia es la caja, pese a que se valen de una automática de seis marchas. La del Focus es de doble embrague (leer transmisión PowerShift) y la del C4 una más clásica. Sin embargo, el comportamiento de ambas es similar, con una agradable respuesta en el pasaje de marchas (la del Focus muestra algún tironcito de vez en cuando). Para el manejo secuencial ninguno la hace fácil: el largo vástago del C4 es algo antiguo (mantiene los casilleros), en tanto el Focus recurre a una poca intuitiva botonera a la izquierda de la empuñadura.
Los dos tienen menos capacidad de carga que sus antecesores. El Focus tiene boca chica |
Más diferencias surgen en el comportamiento. El del Ford es algo mas aplomado y cercano a la perfección entre los medianos gracias a la suspensión independiente de las ruedas traseras y una dirección un poco más sensible a los requerimientos del conductor. El del C4 busca un poco más de Confort, aunque sin resignar un buen desempeño incluso a la hora de la exigencia.
En la ciudad el Lounge saca mejores cartas (dejando atrás la aspereza de su hermano bicuerpo y los primos medianos de Peugeot) pese al uso de llantas de 17 pulgadas. Sin que moleste, el Focus deja claro en algunas situaciones su mayor firmeza.
En los consumos hay una enorme paridad, con buenos registros fuera de la ciudad y algo mas de voracidad en la urbe. En el rubro frenos, ambos mostraron buenas distancias y un correcto desempeño, aunque el recorrido del pedal del C4 es algo mayor.
PRECIOS
Son dos modelos que ya quebraron la barrera de los 200.000 pesos. Por el Focus hay que pagar bastante más (15.000 pesos), algo que puede justificarse por algún equipamiento extra. De todas maneras estamos hablando de menos del 10% en un mercado que permanentemente está variando valores.
Como rivales sólo aparecen el Peugeot 408 (misma mecánica del C4 Lounge a $204.800) y el Volkswagen Vento (170 CV y caja de 6ta a $213.410). De lo que no quedan dudas es que tus preferencias estén con uno o con otro, la elección siempre va a ser acertada.
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